Esta vez me tocaba ir de Botero y digo botero, porque es lo único que llevábamos en el morral; la bota con un buen vino de pitarra del pueblo (hecho por Lorenzo Palacios "Mara") y chicha; ni siquiera un impermeable, que bien lo echamos de menos al finalizar la montería y de camino hacia los coches.
Por la mañana, en la junta, la orilla se mostraba gris pero sin amenaza de lluvia. En la página "eltiempo.es" lo pronosticaban bien, que llovería a partir de la tarde pero, no dijeron de que manera; mis pantalones, que llevan forro polar, se empaparon y no me dejaban andar.
Que animados subíamos hacia nuestras posturas, esperando un buen día de caza, que no habría hecho falta que hubiera sido tan bueno como el del año anterior pero, que al menos, estuviéramos algo entretenidos.
Una vez llegamos a nuestro puesto... ¡como soplaba el aire! no es que hiciera mucho frío pero, tanto tiempo azotándote el viento ya no estaba uno a gusto. No quedaba otra que agarrar la bota, apretarle el pescuezo y a hacer la Baca. Para quien no lo sepa, en mi pueblo, La baca es "Reunión de amigos, bebiendo vino y pagando a escote" en un principio se hacía una vez ,sobre el mediodía, ya no, ya se suele hacer por la mañana , por la tarde, por la noche... Se cuenta, que en tiempos, cuatro amigos se bebieron en un día de campo una arroba de vino con la nalga de un zorzal; Estos eran del pueblo de Chillón (mi pueblo), no eran de Bilbao.
Malos, muy malos resultados en esta montería, en la que sólo se abatieron dos venados y siete guarros; un venado y un guarro que cogieron los perros no se pudieron cobrar. Sólo mereció algo la pena el guarro abatido por Fernando Talavera.